El fiscal Adrián De Lillo había pedido que sean alojados en una unidad de detención mientras se resuelve el recurso extraordinario ante TSJ, pero el juez dispuso que sigan detenidos en sus domicilios.
Andres Cahuimpan y Nahuel Hernández continuarán con prisión domiciliaria. Los jóvenes condenados a 11 años de prisión como autores penalmente responsables del homicidio de Rodolfo Barría esperarán en sus domicilios la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la provincia que resolverá en los próximos días si hace lugar o desestima un recurso extraordinario que interpuso la defensa de los imputados para revocar el fallo condenatorio.
Fuentes judiciales informaron que el juez de garantías Gustavo Ravizzoli rechazó el pedido del fiscal Adrián De Lillo que volvió a solicitar que se les revoque la prisión domiciliaria a Cahuimpan y Hernández y que sean alojados en una unidad de detención.
De Lillo hizo el planteo en la audiencia de prórroga de la detención de los jóvenes, que se desarrolló el miércoles por la mañana. La prisión domiciliaria de Cahuimpan y Hernández había sido prorrogada a principios de abril pasado por el juez de garantías Mariano Etcheto. Como se vencía el plazo se prorrogó el miércoles otra vez hasta que se conozca el fallo del TSJ. Las fuentes explicaron que De Lillo fundamentó su pedido con doctrina en la materia, fallos del TSJ y del Tribunal de Impugnación de la provincia. Advirtió que existe peligro de fuga y que la sentencia que condenó a los imputados tiene el doble conforme y, en consecuencia, corresponde transformar la detención domiciliaria en prisión preventiva.
De Lillo solicitó al juez que se le imponga la prisión preventiva a Cahuimpan y Hernández por un plazo de 30 días porque es inminente el fallo del TSJ. Las fuentes comentaron que el fiscal argumentó ante el juez que si el fallo del STJ confirma la condena de 11 años para los jóvenes continuarían detenidos y, en el caso de que sea revocada la sentencia, recuperarían de inmediato su libertad. Sin embargo, el juez de garantías no hizo lugar al pedido del fiscal y dispuso que Cahuimpan y Hernández continúen con prisión domiciliaria.
Fundamentó su decisión de acuerdo a lo que dicta la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales. Salir a practicar deportes Las fuentes judiciales comentaron que el abogado Ricardo Mendaña, que defiende a los jóvenes condenados, había pedido que se los deje en libertad sin prisión domiciliaria porque cumplieron con las pautas que les impuso el juez de garantías. Mendaña había pedido que Cahuimpan y Hernández se presenten una vez al día en la comisaría local.
El abogado había pedido que, en todo caso, se les permita a los jóvenes salir tres veces a la semana a practicar deportes por la tarde porque el encierro les hace mal, afirmaron las fuentes. Los pedidos fueron desestimados por Ravizzoli. Los jóvenes fueron declarados responsables del homicidio simple de Barría por un jurado popular a principios de octubre de 2014.
En el juicio por jurados se estableció que la agresión contra Barría ocurrió la mañana del 9 de abril pasado. Hernández y Cahuimpan atacaron con golpes de puños, patadas y un rodillazo a Barría, y le ocasionaron lesiones en el cuerpo, entre ellas un traumatismo de cráneo, que generó un hematoma subdural agudo en el hemisferio izquierdo de su cabeza, lo que provocó su muerte, luego de una agonía de seis días.
Murió el 15 de abril pasado a los 36 años, en el sanatorio HPR de Bariloche. En diciembre pasado, el juez Leandro Nieves les impuso 11 años de prisión a los imputados. El veredicto del jurado popular y la sentencia condenatoria fueron confirmados a finales de marzo por el Tribunal de Impugnación, que rechazó los recursos de la defensa.