Es la oferta que la firma Ecovital presentó en el Concejo Deliberante para su análisis y al Ejecutivo municipal. Además, pide en comodato dos lotes con todos los servicios para instalar la planta.
La empresa Ecovital presentó una propuesta al municipio y a los concejales para implementar una nueva tecnología para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos, que incluye la cesión en comodato gratuito de dos lotes municipales para instalar una planta de transferencia para aplicar el nuevo tratamiento de la basura.
Además, pide 1.980.000 pesos (más el IVA) mensuales por tratar los residuos sólidos urbanos con la nueva tecnología, que deberá abonar el municipio en el caso de que acepten la oferta.
Ecovital pretende que el precio trimestralmente sea objeto de análisis “de redeterminación de precios” a partir de la fecha de inicio de operaciones.
La oferta que presentó días atrás es menor a la primera propuesta que rondaba los 5 millones de pesos mensuales, según contaron fuentes legislativas.
En la nueva oferta, la empresa pide al municipio un mes, es decir, 1.980.000 pesos (más el IVA) como garantía, que el municipio podrá pagar en 5 cuotas.
La firma pretende celebrar un contrato que obliga a la municipalidad a garantizar la provisión de energía y de agua potable y a realizar las gestiones para la conexión de gas industrial.
Por su parte, Ecovital se compromete a instalar en los lotes cedidos por la municipalidad los equipamientos y maquinaria para el traslado de los residuos sólidos urbanos en vehículos especiales. El plazo para ejecutar esos trabajos es de 6 meses.
La propuesta de la empresa prevé que cumplido esos 6 meses, la firma deberá en un plazo de 6 meses a contar desde la recepción del predio, instalar la totalidad de los equipos para poner en funcionamiento la planta de transferencia para el tratamiento de los residuos, “que deberá entregarle a la municipalidad en una cantidad mínima de 15 toneladas diarias y hasta un máximo de 1.000 toneladas mensuales”.
Hasta 1.000 toneladas mensuales
Una vez que esté todo en condiciones y se haya firmado el acta de inicio de operaciones, la municipalidad deberá proveer a Ecovital un volumen mínimo de 15 toneladas diarias y de 50 toneladas como máximo. El máximo mensual será de 1.000 toneladas mensuales de residuos sólidos urbanos que la municipalidad sin separación ni segregación que serán entregados por la municipalidad en la planta de transferencia.
El gobierno municipal evalúa la propuesta pero no hay ninguna definición al respecto.
El intendente Guillermo Caruso informó a principios de febrero pasado a los concejales que el área de Asuntos Legales del municipio estaba analizando la oferta.
Fuentes oficiales estimaron que el costo que demanda la prestación del servicio convencional de recolección y tratamiento de los residuos demanda algo más de un millón de pesos mensuales a la municipalidad.
La empresa Ecovital promueve la tecnología que desarrolló el científico argentino Oscar Gnadinger para el tratamiento de los residuos.
A principios de noviembre pasado, el intendente y concejales del oficialismo y de la oposición, junto con el director de Medio Ambiente del municipio, Daniel Meier, viajaron a la provincia de Buenos Aires para conocer la tecnología para el tratamiento de los residuos. Después, funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia viajaron con el mismo objetivo: conocer en el terreno la tecnología y las certificaciones y las patentes.
En el Concejo Deliberante ya tienen las certificaciones que presentó la empresa Ecovital, que promueve la tecnología a nivel local, para constatar los avales del proceso de tratamiento de la basura del prototipo innovador que diseñó Gnadinger, para analizar si se puede implementar en la planta local. Gnadinger es vicepresidente de CMA Sustentables SA.
“Es una tecnología pensada para desintegrar la basura mediante un proceso físico y mecánico que incluye cuatro pasos, y una vez desintegrada el producto final es una geomasa similar a una arcilla inocua e inerte”, indicó en noviembre pasado la concejala del PJ-FpV Mirna Gómez, tras la visita a Buenos Aires. Aseguró que en el proceso no se utilizan compuestos químicos.