El robo ocurrió presuntamente durante la madrugada del sábado. Desconocidos entraron al terreno ubicado en la calle Pedro Vidal al 400 y se apropiaron de la motocicleta Gilera, de 110 centímetros cúbicos.
El hijo de María Rosa Cares llegó de trabajar el viernes por la tarde y dejó la motocicleta Gilera, de 110 centímetros cúbicos, estacionada en el patio de la casa de la familia, que vive en el barrio El Mallín.
La familia siguió con sus actividades cotidianas y hasta la 1 del sábado la moto seguía en el lugar, pero horas después había desaparecido. Desconocidos entraron sigilosamente al terreno, que está ubicado en la calle Pedro Vidal al 494, y robaron la moto.
Cares denunció el sábado el robo de su motocicleta, en la comisaría 28 y hasta el momento no tuvo ninguna novedad.
“El sábado a la mañana mi hijo se levantó porque tenía que ir a trabajar a las 9 y la moto se la habían robado. Mi hijo la había guardado el viernes en el patio”, explicó la mujer.
“Nadie vio nada”, lamentó Cares. Contó que el sábado a la mañana dialogó con policías que estaban en cercanías de su domicilio haciendo tareas de prevención “si habían visto algo, pero me dijeron que no habían visto ningún movimiento extraño”. Tampoco vecinos observaron a la persona o las personas que se llevaban la moto.
La mujer dijo que el portón de su terreno estaba cerrado y la moto estaba trabada.
Comentó que ningún perro advirtió la presencia de extraños y recordó que la familia estuvo despierta hasta la 1 del sábado. Por eso, cree que el robo se cometió durante esa madrugada.
“Nosotros estuvimos despiertos hasta la 1 porque fuimos a acompañar a un matrimonio amigo que vino a comer a casa y la moto estaba ahí”, indicó a LA ANGOSTURA DIGITAL.
“Después, a la mañana cuando mi hijo se levantó para ir a trabajar la moto ya no estaba”, lamentó.
Aseguró que es la primera vez que sufre un robo y afirmó que está a su nombre y tiene toda la documentación correspondiente. Por eso, pidió colaboración para tratar de recuperarla.