“Cuando tu pareja se convierte en un extraño”

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Compartimos el artículo de la entrega semanal de Julián Campos sobre Coach Ontológico para La Angostura Digital. 

 

Extraña Pareja

-Hoy les traigo un tema que daría para mucho más de lo que pretende esta columna semanal, pero si podemos tener un primer abordaje al mismo:

Cuando tu pareja se convierte en un extraño”

-Cuando comenzamos una relación de pareja podemos sentir al otro como un extraño que queremos conocer más y mejor, si hay atracción física, intelectual y emocional, este sentimiento de extrañeza con el otro se vá diluyendo por que comienzan a aparecer algunos ingredientes como el disfrute, el entusiasmo, el compañerismo, los acuerdos, el sexo, y esa energía única que brinda el amor. Cuando estamos enamorados nos sentimos fuertes, energizados, seguros, que todo es posible y que nada puede detenernos, vemos todo con optimismo, un estado de plenitud que muchos podrían llamar felicidad. En este estado el otro, mi pareja, ya deja de ser un extraño, por el contrario, puede llegar a ser la persona más cercana desde todo punto de vista.

-Todas las personas, estemos o no en pareja, en el transcurso de la vida y a veces sin proponérnoslo, vamos cambiando, vamos aprendiendo y reaprendiendo, modificamos algunos gustos e intereses, replanteamos miradas propias y ajenas, nos alejamos de algunos círculos sociales o amigos a la vez que nos acercamos a otros nuevos, en fin, vamos evolucionando.  

-Cuando la evolución de los integrantes de una pareja comienza a ser "asimétrica", esto quiere decir que no evolucionan o crecen del mismo modo ni en la misma dirección ni en los mismos tiempos, en algún ámbito o en casi todos, hablamos de lo profesional, de lo económico, de los proyectos individuales, de los proyectos comunes, de los gustos recreativos en el tiempo libre y por qué no decirlo en estos tiempos más aún, hasta de cambios en las preferencias de género y gustos sexuales, comienza entonces a producirse un distanciamiento que al principio, no siempre es claramente perceptible entre ambos.

-Con el tiempo esta distancia, si no es advertida y conversada, se va acrecentando y haciéndose más notoria complicando la vida en pareja, donde ya no se hacen tan fluidos los acuerdos, los encuentros, los planes y las coincidencias tan habituales hasta hace muy poco.   Esto trae aparejado un segundo estadío en el distanciamiento, entran en contradicción y por ende se van perdiendo las acciones y palabras de amor, las caricias, los abrazos, las miradas cómplices, las sorpresas, los juegos eróticos y la satisfacción sexual en la pareja.

-El tercer estadío, quizás el más devastador del distanciamiento, aparece con la apatía, el ignorar al otro, dejan de comentarse sus problemas, sus asuntos, sus planes , su quehacer diario, sus emociones, invade en sus vidas ese silencio "no sano" que evita todo tipo de empatía y acercamiento en la pareja, generando desconfianza y más distanciamiento. En las parejas convivientes, en este estadío, pueden incluso llegar a dormir en camas separadas justamente para no compartir ningún tipo de intimidad con el otro.

-Llegado a este punto, probablemente, ya empiecen a sentirse nuevamente como dos extraños, como al inicio de la relación, o peor aún, como cuando recién se conocieron, y al no reconocerse como alguien cercano, sino como un otro lejano y "extraño" , y sin ya esas ganas iniciales de querer conocer al otro, las posibilidades de reencuentro se ponen bien difíciles, al menos si no toman consciencia de esa situación y no hacen algo al respecto. Claro está que para accionar y hacer algo para modificar esta situación, primero hay que reconocerla, y segundo debe haber una clara intención de ambos en ese sentido, no alcanza con la de uno sólo, así como para enamorarse al inicio hubo una intención compartida, en este punto deben ser ambos quien quieran producir un cambio en esa relación. Si hay ganas, si hay conversaciones, si hay intenciones compartidas, se puede y muchas veces a través de buscar ayuda en algún profesional, lograr revertir y acercarse nuevamente, quizás desde un nuevo lugar de cada uno debido a su propia evolución, conociéndose, reconociéndose y aceptándose nuevamente desde el hoy y mirando hacia el futuro.

-Si en cambio no hay intenciones compartidas de trabajar ese distanciamiento, por más que uno de ellos quiera acercarse, si el otro no comparte esa meta, finalmente se produce la ruptura de esa pareja. Y es aquí el cuarto y último estadío del distanciamiento, la separación.

-Aquí ya la sensación de que el otro es un extraño es más evidente y concreta.

-Una vez separados, con el paso del tiempo, al no saber que está haciendo el otro, que piensa, que siente, como es su día, sus emociones, sus alegrias y sus tristezas, la distancia emocional y afectiva es tan grande que sólo nos deja ver al otro como un verdadero "extraño"

-En algunos casos de parejas con hijos en común, son los hijos ese lazo que los mantiene más o menos fuera de ese sentimiento profundo de extrañeza para con el otro. Por los hijos se deben seguir generando acuerdos, seguir tomando decisiones, compartir la dinámica de crianza y cuidado, alimentación, educación, logística, etc. lo que de alguna manera esa ex-pareja mantiene una serie de vínculos que los mantienen, en parte, alejados de poder sentir al otro como un total extraño.

-Hay otras parejas que, más allá de tener hijos o no en común, luego de separarse logran generar un acuerdo post-relación en el sentido de agradecimiento y amistad entre ellos, agradecimiento por todo lo vivido y aprendido juntos, y amistad desde el hoy al futuro, porque en definitiva , ambos se pueden reconocer entre sí como dos valorables y buenas personas, capaces de seguir relacionados desde un nuevo lugar, que ya no es el de pareja. En este caso, ese sentimiento de que el otro es un extraño, se desvanece, y es un buen camino posible a seguir, por supuesto, si ambos quieren. Por eso existen las ex – parejas que siguen teniendo un vínculo personal, que siguen conversando en un tono amable, que pueden compartir conversaciones y hasta ser parte de algún proyecto en equipo sin que esto interfiera en sus vidas personales, en estos casos esas dos personas no se verán como “extraños”, sino simplemente como una ex – pareja.

-Espero les haya sido de utilidad esta mirada y sepan que ante el reconocimiento de las primeras distancias dentro de la pareja, se pueden tomar acciones a tiempo para no profundizar esa situación.

-Desde el Coaching Ontológico podemos escuchar, ayudar y acompañar a lograr cambios positivos en este tipo de procesos desde lo personal ó desde la pareja. Lo primero es verlo y reconocerlo, los segundo es querer hacer algo al respecto y lo tercero, por su cuenta o buscando ayuda profesional, es encontrar y tomar las acciones que modifiquen y reviertan esa situación. Acércate e informate!

-La primer sesión es sin compromiso y la brindo en forma 100 % gratuita.

Me despido hasta la próxima semana. Desde ya Muchas Gracias!

 

JULIAN CAMPOS - Coach Ontológico Profesional

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