Opinión Ciudadana: Conociendo la Junta Vecinal del barrio Pascotto

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Nueva entrega de Juan Aubert, para la Angostura Digital, en dónde los vecinos referentes de cada barrio y las Juntas Vecinales de Villa La Angostura son los protagonistas de una activa participación, para dar a conocer sus problemáticas, iniciativas y acciones.

 

Hoy un grupo de vecinos del Barrio Pascotto nos cuenta cómo se fue formando

Este barrio conocido como Barrio Pascotto se originó con el nombre Los Coihues, bello nombre pensado por los hermanos Pascotto seguramente al ver el terreno ubicado al Oeste del Arroyo Piedritas, cuyo fraccionamiento se aprobó el 25 de octubre de 1999 en un sitio céntrico, pleno de bosque que los nuevos propietarios se encargarían de sostener en la medida de lo posible, con el seguimiento del municipio haciendo cumplir las normas vigentes e incorporando nuevas, tal como el cableado subterráneo, mejora importante que a partir de ese momento se incorporaría en los subsiguientes loteos de la localidad.

Se inició así un barrio de ensueño, zona residencial con vistas al cerro Bayo, con calles enripiadas, escurrimiento de agua por un canal natural rodeado de espacios verdes, terrenos amplios y el mencionado soterramiento de cables que permitiría conservar arboles altos y retazos del bosque circundante.

Foto: Una de las primeras casas que se construyeron fue la de Inés Loforte, en la calle Colihue esquina Las Mutisias. 

Cuando no se cumple un legado y sus ordenanzas

Lo que nunca imaginaron sus diseñadores fue que el mismo municipio, años después incumpliría todas y cada una de sus propias ordenanzas creando, calle Colihue de por medio, un barrio de terrenos mínimos donde fue imposible preservar ni un solo árbol, colocando cables por doquier para cubrir las necesidades de las viviendas allí construidas, sostenidos por unas tremendas columnas macizas de cemento que habitualmente se utilizan en la ruta y no encajan en ninguna norma ni menos en el sentido original de la estética que se le quiso imponer a este sector del centro de la naciente ciudad.

Ni hablar de estudios de suelo e impacto ambiental, mucho menos pensar en la calidad de vida de los habitantes todos.

La participación ciudadana 

Los vecinos, gente de trabajo, comerciantes, empleados públicos, abocados cada uno a sus responsabilidades, la mayoría propietarios y con un buen nivel de instrucción, comenzamos a agruparnos y a reclamar por los derechos al cumplimiento de las normas. De pronto se habían invertido los papeles. Nosotros pedíamos al Municipio que cumpliera con lo establecido en las ordenanzas… poco hemos conseguido hasta ahora. Al ser un barrio relativamente nuevo aún no hemos conformado una Junta Vecinal, pero estamos en contacto unos con otros, nos transmitimos nuestras preocupaciones y aunamos fuerzas cuando resulta necesario.

Foto: Laguna artificial llamada "San Marino". Un señor llamado Jorge hizo los rellenos para los Pascotto y luego abrió las calles del loteo. Actual avenida Pascotto. Se rellenó con 1.000 viajes el hueco de la laguna. Se formó porque se utilizó como cantera de donde se sacó el ripio para realizar los movimientos de suelo de la actual avenida Nahuel Huapi. 

Cuando las respuestas no aparecen

Nos invade la desazón al no tener respuestas y esto hace que bajemos los brazos muchas veces cuando se trata de trabajar para un barrio que ya no existe tal como lo habíamos planificado. Podemos decir que nuestro barrio se rompió y estamos en proceso de juntar los pedazos y volver a unirlo… llevará tiempo pero lo lograremos.

¿Tenemos que replantearnos la participación ciudadana y organizarnos como junta vecinal? 

Seguramente, para volver a intentar darle una impronta nueva a nuestro lugar abandonado y despreciado por las autoridades, que ni siquiera toman noción de lo que puede significar desviar el tránsito de camiones por subidas intransitables, por citar un ejemplo nada más. Pasa que a veces creemos que aún vivimos en el pueblo donde todos nos conocíamos, e imaginamos también que las autoridades conocen ese pueblo, por eso nos desencantamos tanto al descubrir que nunca transitaron nuestras calles, y no podemos decir nuestras veredas porque no existen, salvo aquellas que sostenemos cada uno de nosotros.

Estamos orgullosos de nuestro barrio porque nosotros lo hicimos solitos, muchas veces juntando la basura de los espacios públicos o persiguiendo a los funcionarios de turno para que manden a juntarla, avisándonos cuando se corta el agua, pasándonos bidones de agua de unos a otros, los que tenemos un poco más de reserva, porque, por supuesto no escapamos a las problemáticas del resto de la ciudad, es decir sufrimos, los cortes de agua y de luz, los perro sueltos, las calles en mal estado, etc., etc…

Orgullosos de su barrio

El nuestro es un barrio hermoso donde casi todos somos propietarios, tenemos trabajo, nuestras necesidades mínimas satisfechas, tal vez por eso el municipio nos ignora, porque no reclamamos hasta que nos sentimos avasallados o realmente abandonados. Es un barrio con un arbolado urbano increíble, hay especies nativas en veredas, jardines, patios y espacios públicos aunque estos están abandonados y deteriorados. Aún, a pesar de todo el desmonte nos visitan los pájaros carpinteros y otro sin fin de especies de aves. Eso sí el panorama se amplió al caer todos los árboles del lado norte, ahora tenemos una vista despejada a los tres cerros y mucho más sol.

Resumiendo entonces, apostamos al trabajo de cada uno de los vecinos, valoramos y seguimos defendiendo lo que tenemos tanto en construcciones como en naturaleza y capital humano, y como somos idealistas soñamos con funcionarios que se interesen y conozcan las problemáticas de la gente sin tener que estar sujetos a los reclamos permanentes. De esta gestión agradecemos la presencia de la dirección de Juntas Vecinales que siempre nos escucha y cuando no depende de otros nos da respuestas.

Ojalá reciba más acompañamiento del resto de los entes públicos. Hay muchos vínculos que reconstruir entre quienes nos representan y los habitantes comunes que tenemos opinión, necesidades y ganas de trabajar para mejorar nuestra hermosa “aldea de montaña”

Cuando la ciudadanía se une, sus acciones se transforman en resultados insospechados. Con altura, con respeto, con responsabilidad y fundamento, debemos hacernos escuchar, reclamar lo que nos aqueje, de manera republicana y en paz.

Este no es un relevamiento para ponernos en contra de las autoridades. Por el contrario, es para que, a través de todos, Villa La Angostura este cada vez más linda, que pueda ofrecernos y ofrecer mejores servicios e infraestructura y que por, sobre todo, su gente viva la belleza del lugar y la calidad en la gestión de los servicios urbanos, en el cumplimiento de sus normas, en el cuidado del ambiente, en la prestación de los servicios turísticos, con calidad humana frente a las innumerables problemáticas sociales.

¿Te sumas? ¡Tu voz es la que cuenta!

¡Muchas Gracias!

Juan Aubert, especial para la Angostura digital, para su columna: Opinión Ciudadana. Hoy agradeciendo a los vecinos del Barrio Pascotto.

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