Guillermo Solis escribe ante esta grave problemática que tienen muchos vecinos que no pueden acceder al alquiler de una vivienda.
Sr. Director:
Desde el inicio del reclamo los vecinos sin techo pedimos, como una manera de intentar resolver la problemática habitacional, una regulación en los alquileres.
El alquiler residencial es la forma de tenencia que más creció en la Argentina en los últimos años. Cerca del 16% de los hogares del país es inquilino; en las grandes ciudades se registran cifras de entre el 25 y el 30%. En forma paralela, en Villa la Angostura supera en mucho esa cifra, un número importante de hogares no pueden acceder al alquiler por las rígidas limitaciones que este sistema impone, agravadas por las fuertes desigualdades y abusos en las relaciones entre propietarios e inquilinos, tanto en el mercado formal como en el informal.
Esto explica, por un lado, el aumento significativo de los casos de hacinamiento o convivencia familiar y, por el otro, el crecimiento de las penurias de los hogares de las franjas de menores ingresos, para los que solo resulta accesible la tenencia precaria o informal.
El alquiler social debe ser parte articulada de las políticas habitacionales y urbanas del país y debe incluir medidas que faciliten el acceso a garantías y un sistema de subsidio social para los hogares no propietarios de escasos recursos que presenten un alto nivel de vulnerabilidad, entre otros mecanismos.
Adicionalmente es necesario un nuevo marco regulatorio centrado en una perspectiva de derechos. Este debe condensar un conjunto de medidas como:
1) reducir los incrementos de costos debidos a la intermediación (comisiones y honorarios)
2) eliminar los abusos en las exigencias a los inquilinos para acceder a la vivienda (garantías personales y reales) y en las cláusulas que definen las responsabilidades de las partes trasladando las obligaciones del locador al inquilino.
3) asegurar la habitabilidad adecuada de las edificaciones.
4) regular el precio de las transacciones a través de valores testigos o de referencia
5) establecer sanciones e impuestos progresivos para quienes retengan especulativamente inmuebles ociosos. En el marco de estas medidas es necesaria la implementación de mesas de concertación que, al igual que la “mesa de salario mínimo” y las paritarias salariales, acuerden precios estándar de los alquileres.
El mercado inmobiliario urbano reproduce continuamente expectativas de renta especulativa y, de esta manera, eleva sistemática y artificialmente los precios del suelo y promueve un continuo proceso de segregación. En este contexto, se incrementa la toma de tierra, la precariedad y la desigualdad. Al mismo tiempo, desde sus orígenes, las políticas habitacionales en la Argentina se han enfocado en la provisión de unidades de viviendas ubicadas en su mayoría en zonas aisladas de los equipamientos existentes y de baja calidad urbana y ambiental.
Guillermo D. Solis
DNI 28.953.038
Villa la Angostura