El abogado y ex convencional se pregunta "qué explicación pueden darle los padres a sus hijos cuando éstos les espetan con bronca y desconcierto sobre el porqué el Presidente pudo festejar el cumpleaños de su pareja y ellos no y estuvieron encerrados sin poder tener el tan necesario contacto con sus amigos y familiares y concurrir a clases…".
Sr. Director:
Vuelvo a poner en palabras lo que siento en estos momentos y creo que este sentimiento de bronca, indignación y desesperanza, habita en muchos hogares argentinos por estas horas.
A través de una investigación periodística, quizás producto de una filtración poco conveniente para algunos, nos enteramos de lo acontecido en la Residencia Presidencial de Olivos con fecha 14 de julio de 2020.-
En lo personal intenté recordar el contexto de aquella fecha y vinieron a mi memoria momentos de angustia, incertidumbre y temor por lo que, por aquel entonces, era el comienzo de la Pandemia del Covid 19.- Desde nuestra posición de ciudadanos estábamos atentos a la información sobre los avances del virus en el país y en el mundo, el cumplimiento de las normas sancionadas por el Ejecutivo Nacional que nos confinaban al más estricto aislamiento en pos de evitar la circulación de la enfermedad y poner en condiciones el sistema de salud.-
Cada uno podrá hacer el mismo ejercicio de memoria e intentar recordar cómo se sentía en aquella época. Lo que sí creo resulta indiscutible es el hecho que la mayor parte de la población respetó con absoluta responsabilidad los sucesivos decretos, confinándose en sus casas, circulando lo estrictamente necesario, cuidándose y cuidando de esta manera al prójimo.-
En lo personal celebre que el Presidente se mostrase codo a codo con los gobernantes de los distintos distritos y a cargo de fuerzas opositoras a su partido, entendiendo que ese era el camino virtuoso que anteponía la salud y el cuidado de la gente por sobre las diferencias políticas partidarias.-
El desarrollo de los acontecimientos tal como sucedieron es sabido y recordado por todos: Una cuarentena eterna y sin sentido, la caída de la actividad económica, la angustia de los que observaban como se manejaba la provisión de la vacuna, el enterarnos que hubo gente afín al gobierno (y no sabemos si también de la oposición), que sin razón de salud justificada, accedían a vacunarse en las sombras, sustrayendo el escaso recurso a quienes más lo necesitaban.-
Hasta aquí lo relatado hubiese dado lugar, en cualquier país confiable, a que el sistema de justicia actuase con premura y eficacia y condenase a quienes hubiesen resultado responsables de tales hechos y conductas delictivas.- No necesito decirles que esto último no sucedió. Todo se cubrió o encubrió bajo el manto de un lacerante desprecio a la vida y honra de cada uno de los ciudadanos de bien.-
Pero, por si creíamos que ya lo habíamos visto y escuchado todo, sale a la luz en estos días lo acontecido aquel 14 de julio del año pasado, en oportunidad del “festejo”, “fiesta”, “juntada” o como pretendan llamar, organizada desde la residencia Presidencial, para agasajar a la Primera Dama en su cumpleaños.-
A esta altura las dos fotografías que, evidentemente algún cholulo/e concurrente al ágape tuvo la inteligencia y mala ventura de colgar en sus redes, ya han sido reconocidas como reales y ciertas, (por ser imposible seguir negando el hecho) por el Propio Sr. Presidente y su Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.- En dichas imágenes documentadas se observa al sonriente Abogado Penalista (?) a cargo de la Presidencia de la República y a la Primera Dama, muy alegres y relajados, rodeados por un grupo de personas que a esta altura ya han sido individualizadas como no esenciales, alrededor de una larga mesa muy bien puesta, con sus cubiertos y vajilla prolijamente distribuídos para todos sus comensales.-
Creo que me duele en el alma la sola representación de, siquiera imaginarme, cómo se sienten, al enterarse de esta “pijamada cumpleañera”, las personas que en aquellos días de encierro perdieron a seres queridos sin poder tomarles la mano en la soledad de sus últimos minutos de vida; a aquellos que no pudieron llegar siquiera a verlos tras un vidrio en la fría terapia de tantos hospitales y Clínicas, cuyos médicos, enfermeras y personal general, sostenían un celular para intentar unir la cara del agonizante con sus familias y amigos.
Cómo se sienten hoy todos los que perdieron sus trabajos, comercios, empresas, producto de ser obligados al confinamiento y amenazados con ese dedito levantado del mentado Pseudo Abogado que, al mejor estilo de “Guapo de arrabal” pretendía intimidarnos con acciones penales y sus bravuconadas como (text.) “ A los idiotas les digo, la argentina de los vivos, que se zarpan y pasan sobre los bobos, se terminó. No voy a permitir que hagan lo que quieran”.-
Qué explicación pueden darle los padres a sus hijos cuando éstos les espetan con bronca y desconcierto sobre el porqué el Presidente pudo festejar el cumpleaños de su pareja y ellos no y estuvieron encerrados sin poder tener el tan necesario contacto con sus amigos y familiares y concurrir a clases… y así cuántos más y quizás situaciones mucho más lacerantes y dolorosas que solo se alojan con dolor en los corazones de aquellos que las padecieron.
Con qué fútiles argumentos pretenden estos imbéciles ensayar una disculpa lamentándose, como dijo hoy el Sr. Presidente en un acto público de campaña y con cara de circunstancia: (textual) “ Lamento lo que ocurrió, no va a volver a ocurrir”.-
Y como no escapa a nadie que este lamentable hecho sale a la luz en época de campaña electoral, también resulta despreciable la utilización por parte del arco político opositor de tan bien servido banquete funcional a la política berreta y rastrera.-
Me resulta sobreactuado y oportunista lo expresado por el Diputado Mario Negri (Jefe del Interbloque de Juntos por el Cambio) y otros referentes del PRO, quienes en “Modo Campaña”, se ufanan de solicitar el Juicio Político al Presidente por su directa responsabilidad en los hechos más arriba relatados, sabiendo que dicho pedido claramente nace muerto por no contar con las mayorías necesarias en ambas cámaras para su tratamiento.-
Hubiese sido propio instar y acompañar a una rápida acción judicial y no caer en la utilización mediática de este desafortunado incidente.-
Hace tiempo me pregunto cómo seguir. Cómo mantener un hilo de esperanza en que este, Nuestro Gran País, pueda dar un giro y generar una clase política honrada y que esté a la altura de la importante responsabilidad que es dirigir los destinos de una Nación. Me gana por momento la desesperanza y como a muchos, siento que eso no es posible.
Pero mirando y sintiendo cerca diariamente a muchos de mis compatriotas tengo el atisbo de una brasa aún encendida que nos lleva a los valores inculcados por nuestros mayores y que resuenan en nuestro ser más profundo.
Elevo a Dios una Plegaria para que esa brasa siga encendida y que nos muestre SU LUZ , EN LA QUIETUD DE LA NOCHE.-
Pablo E. GONZÁLEZ
DNI. 14.610.276
Villa la Angostura