El presidente Mauricio Macri, junto a su familia, arribó esta noche, procedente del aeropuerto de Bariloche, donde aterrizó alrededor de las 18.30. La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, con sus hijos, había llegado horas antes a esta localidad.
El presidente Mauricio Macri ya descansa en el barrio Cumelén de esta localidad, junto a su familia. Antes de que arribara el jefe de Estado había llegado la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, con sus hijos.
Vidal paseó sobre las 19 por la avenida Arrayanes donde intercambió saludos con angosturenses y turistas que paseaban a esa hora por el centro de la localidad.
LA ANGOSTURA DIGITAL pudo saber que Vidal entró a una farmacia y además visitó la Oficina de Informes de Turismo del municipio, donde se sacó fotos con personal y personas que se encontraban en el lugar.
Tanto la familia del presidente como Vidal y sus hijos se alojarán este fin de semana en viviendas del barrio privado Cumelén. Allí, Macri se hospeda con frecuencia cada vez que visita Villa La Angostura.
También, el gobernador Omar Gutiérrez y su esposa arribaron hoy a Villa La Angostura para pasar el fin de semana.
Macri arribó en un vuelo que aterrizó alrededor de las 18,30 en el aeropuerto de Bariloche. Allí, había periodistas y fotógrafos de la vecina localidad, pero el presidente no tuvo contacto con la prensa y todo trascurrió en absoluto hermetismo.
Apenas pisó la pista de la terminal aérea se subió, con su familia, a un vehículo que lo esperaba y salió en dirección a Villa La Angostura, informaron medios de la vecina ciudad.
Vidal había llegado ayer con sus hijos en un vuelo de Aerolíneas Argentinas y después viajó hasta esta localidad.
La presencia del presidente y su familia obligó al traslado de efectivos de Gendarmería y personal de la Policía Federal, que habían llegado ayer a Villa La Angostura para el operativo de seguridad presidencial. Los gendarmes se hospedaron en el gimnasio Adrián Mercado.
La expectativa del gobernador y del intendente Guillermo Caruso es que el presidente los convoque a algún encuentro fuera de protocolo, porque no hay ninguna reunión prevista en la agenda de Macri. También, dirigentes locales de Cambiemos esperan algún guiño del presidente para mantener algún encuentro.