Así opinó en declaraciones a La Angostura Digital el abogado Ignacio Gigena que promovió una demanda en representación de una empresa chilena contra la Dirección de Aduanas por el secuestro de una moto de alquiler y una multa.
El abogado Ignacio Gigena representó a la empresa Motoaventura Ltda, cuya sede se encuentra en Chile, en la demanda contencioso administrativa contra la Dirección de Aduanas por el procedimiento que culminó con el secuestro de una moto de alta gama a un turista extranjero.
Gigena recordó a LA ANGOSTURA DIGITAL que la jueza federal de Zapala, Silvina Domínguez, había dictado la semana pasada un fallo en el que admitió la demanda de la empresa chilena y revocó la resolución de la Dirección de Aduanas de Argentina, que había secuestrado la moto y le había impuesto una multa a la empresa similar al valor del motovehículo.
Gigena lamentó que un procedimiento irregular a partir de un error de personal de Aduanas haya originado un proceso judicial que demandó unos 3 años y que las costas las tendrá que pagar el Estado argentino.
“No corresponde el trato que personal de Aduana tiene con turistas extranjeros que ingresan al país”, sostuvo el abogado.
“Tendrían que tener un trato cordial, lo que no significa ser permisivos, pero tendrían que asistirlo al turista, explicarle cómo se hace un formulario en caso de que cometa un error pero no tratarlo como un delincuente”, comentó. Por eso, opinó que “falta formación en el personal de Aduanas”.
Recordó que el problema se originó cuando el turista intentó regresar a Chile en abril de 2016 por el paso Mamuil Malal en la motocicleta BMW de alquiler perteneciente a la empresa Motoaventura.
Allí, advirtieron que se le había vencido el plazo temporal de la moto para permanecer en Argentina y se la secuestraron.
Gigena recordó que la empresa lo contrató para hacer el descargo administrativo tras la sanción impuesta por la Aduana, pero el planteo fue desestimado.
Por eso, interpusieron una demanda contencioso administrativa en el juzgado federal de Zapala para revocar la sanción y la multa.
Gigena afirmó que habían aportado como prueba los registros de la Aduana chilena que consignaron las fechas de los ingresos y egresos de la moto de alquiler, lo que contradecía la información de la Aduana argentina.
El origen
Sostuvo que el problema se originó porque “parecería que hubo un ingreso de la moto de alquiler que no se registró en la Aduana argentina”.
“Lo que planteábamos era ¿por qué se le secuestra la moto al turista cuando quiere salir del país y no cuando ingresa?”, contó.
Lamentó que este tipo de situaciones afecten el arribo de turistas extranjeros que eligen visitar destinos argentinos.
“La jueza federal sostuvo en el fallo que el procedimiento de la Aduana fue equivocado”, sostuvo Gigena.
Dijo que se le había indicado a la Aduana el error y hasta le presentaron el formulario para acreditar que el problema era que no se había cargado esa información en la base de datos de la Aduana. Pero no hubo forma de que en el organismo nacional admitieran el planteo de la firma.
El abogado cuestionó que por un mal procedimiento se pongan en marcha todo el andamiaje judicial para resolver un conflicto.
“En la Aduana tenemos ciertos personajes nefastos”, aseguró y comentó que algunos “tomaron un ensañamiento personal como consecuencia de defender a un cliente, pero todas las denuncias que hicieron en mi contra fueron desestimadas”.
Rememoró que la moto la empresa la recuperó por un amparo que en primera instancia había sido rechazado por la jueza federal de Zapala, pero apelaron ante la Cámara Federal de Apelaciones de Roca que admitió el reclamo.