“Señales de humo”, una peli post apocalipsis en Bariloche. No habrá mutantes pero sí una mortandad importante. Contó con la dirección de Alex Benn y el rol protagónico de Fabián Díaz. Adrián Marré, Julio Benítez, Sofía Suez y Melisa Rodríguez, entre otros, conforman el entusiasta elenco.
La trama que plantea “Señales de humo” debería dejar perplejos a los extremadamente futboleros: harto del frenesí nervioso que potencia la “argentinidad al palo” en vísperas de un partido definitorio de la selección, un hombre se marcha a la montaña. Cuando desciende dos o tres días después, Bariloche asume una atmósfera post apocalipsis. Muy pocos sobrevivieron y adivinen qué: la culpa la tuvo la tele. O más bien, las pantallas.
La película cuenta con fecha de estreno: 23 de junio a las 21 en el hotel Inacayal. “Va a ser mi debut como guionista y director de cine”, anticipó Alex Benn, teatrero de alma que ahora decidió incursionar en el séptimo arte. “Había trabajado como actor en diferentes cosas acá en Bariloche y sobre todo en Buenos Aires, pero nunca como guionista y director, lo que incluye más cosas”, aseveró.
“Señales de humo” lleva como subtítulo “cuando el otro importa”. De la previa, hay que saber que “es una película totalmente independiente, no tuvimos ningún subsidio. Nos juntamos un grupito con diferentes responsabilidades, apostando al proyecto y a la gente que estaba detrás. Yo escribí y dirigí, Fabián (Díaz) actúa y hay otros actores, como Adrián Marré o Julio Benítez. Se sumó gente que es camarógrafa y tiene cámara, más gente que es sonidista y tiene equipos de sonido. Después fuimos consiguiendo diferentes cosas, como locaciones en el cerro Catedral o en el refugio del cerro López. Así que me parece que está buenísima, es un largo corto: tiene 63 minutos de duración”, precisó.
Benn tenía un par de ideas claras: “Me interesaba contar algo que fuera llevadero, entretenido aunque no gracioso, pero que sirviera para hablar de cosas un poco más serias, reflexionar sobre algunas cosas bastante existenciales. Básicamente, hay un partido de la Selección Argentina, estamos todos acá en Bariloche mirando ese partido definitorio, cuando un tipo, harto de la locura que provoca el fútbol y toda esa histeria de si vamos al Mundial o no, se va a la montaña. Cuando baja a los tres días, va viendo que no hay gente con vida. De a poco empieza a encontrar algún que otro sobreviviente y se va enterando que pasó algo a través de las pantallas de los celulares, de las computadoras y televisores que fulminó a toda la gente o al 99 por ciento. No hay luz, así que no hay más comunicaciones y no se sabe qué alcance tuvo”.
Sin ley
En ese presumible descenso a los infiernos, el protagonista “va encontrando gente buena y no tan buena, porque no hay Justicia, no hay Policía, no hay hospitales… Entonces, viene la reflexión, por eso la película se llama Cuando el otro importa. Me parece buenísimo rescatar valores tradicionales de respeto hacia el otro, de valorarlo, de ver que yo puedo servir para esto y no tanto para lo otro y vos al revés… La película está bárbara porque empieza arriba del cerro López, baja a los kilómetros y terminan subiendo al Lynch, en cerro Catedral. El final queda abierto, como para una segunda parte que ya está escrita”, sonrió el director.
El proceso fue relativamente rápido. “La semilla original habrá sido en septiembre del año pasado. Dije: la escribo y en noviembre nos volvemos a juntar… Teníamos un grupito inicial sobre todo técnico, escribía unas cinco hojas y se las iba mandando hasta que terminé. Al principio no sabíamos si hacerla en formato de miniserie y al final terminó siendo peli, porque la idea es presentarla al FAB y al BAFICI el año que viene, pasearla como película por toda la Patagonia e ir a Buenos Aires”.
No deja de llamar la atención que Benn y sus compañeros lograran una película, cuando desde el sector cinematográfico no llegan buenas noticias últimamente. “Yo creo que está buenísima porque además, es muy difícil hacer cine. Hay una crisis tremenda en el INCAA pero por suerte, no precisamos del INCAA y eso nos enorgullece. Hicimos un producto y ahora lo vamos a ofrecer, lo vamos a intentar vender… Me parece que es una recontra buena tarjeta de presentación para que la próxima sea más fácil”.
La incursión en el cine del teatrero también se explica por otras razones. “En mi caso, yo tengo cierto cansancio respecto de lo teatral acá en Bariloche porque todavía somos un pueblo chico, entonces cuesta mucho movilizar a la gente, las salas están complicadas y me parece que lo audiovisual tiene una salida inmensa en potencia hacia cualquier lugar. Tiene su magia: filmar, ver lo que filmaste, editarlo, musicalizarlo con el sonido definitivo, los títulos… Estamos como en Disney”, bromeó. Queda exactamente un mes para el estreno.
Díaz es Alfa
En Fabián Díaz recayó la responsabilidad del rol protagónico en “Señales de humo. Cuando el otro importa”, una absoluta novedad en su breve pero intensa relación con la actuación. “Mi personaje se llama Alfa… Básicamente es el protagonista, a través suyo el espectador va a ver toda la película. Es el que se va a la montaña, baja y no encuentra a nadie. La idea es apostar al suspenso en los ojos del protagonista: a medida que voy descubriendo las cosas, la gente se va enterando de lo que pasa”, adelantó.
En su caso, “como actor es mi debut… Venía del teatro, el año pasado había trabajado con Alex en una obra que él dirigía. Quisimos repetir la experiencia pero llevándola a otro lugar y la verdad, todo fue positivo… Como él decía, fue buenísimo cómo se fue sumando la gente. Cuando más o menos se armó el grupo técnico, llamamos a actores que conocíamos de teatro y todos pusieron su granito y cuando nos quisimos dar cuenta, era una montaña. Ya estaba todo listo, todo filmado y quedó bárbaro. Desde mi punto de vista, digo: ¿y esto de dónde salió? ¿Cómo se hizo? (risas). Así funcionó”, resaltó.(El Cordillerano)
