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Mon, Aug

Del semillero angosturense a ser figuras en el fútbol neuquino

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Nicolás y Mauro Torres comenzaron a jugar a los 6 años en las inferiores del Club las Piedritas, hoy son titulares -uno de ellos capitán- en Pacífico de Neuquén que está jugando las finales para ascender al Campeonato Federal B.

El fútbol angosturense tiene jóvenes valores que van buscando nuevas fronteras para cumplir su sueño de llegar a jugar en Primera división. Y mucho más es el logro si se cumple formando parte de uno de los mejores equipos de la provincia de Neuquén.

Tal es el caso de Nicolás y Mauro Torres, dos hermanos nacidos en Villa la Angostura que iniciaron su carrera deportiva cuando sólo tenían 6 años en el Club Las Piedritas, bajo la atenta dirección de su padre el conocido DT Raúl Torres.

Con los años razones laborales llevó a la conocida familia de nuestra localidad, a mudarse a Neuquén capital, donde los jóvenes se sumaron al Club Pacífico que recientemente festejó nada menos que cien años de vida.

Hoy Pacífico se encuentra nada menos que jugando las finales para ascender al Campeonato Federal B contra Moreno de Puerto Madryn, donde los neuquinos ganaron por 1 a 0 el pasado domingo y ahora irán por el partido de vuelta en Chubut.

Nicolás Torres es mediocampista, no sólo titular entre los aurinegros, sino además el capitán del equipo, mientras que su hermano menor, Mauro, es marcador de punta y también integra los once titulares que buscarán el anhelado ascenso el próximo fin de semana.  

Nicolás Torres es uno de los sobrevivientes de la vieja camada del Decano, aquella que bajó a la segunda categoría de Lifune, y hoy el equipo neuquino se encuentra ante esta chance histórica.

Previo al importante triunfo que logro el pasado domingo Nicolás Torres anticipada “es el partido más importante en mi carrera. Para mí y para mucho de los chicos. Hay muchos que estamos hace tiempo en el club y que de haber jugado en la B de Lifune hoy estamos jugando una final del Federal C".

Es cierto que los jóvenes tienen verdaderas condiciones para llegar adonde llegaron en este momento en el fútbol neuquino, pero no menos cierto es el reconocimiento al trabajo que siempre realizó su padre, Raúl Torres, trabajando con las inferiores durante tantos años en Villa la Angostura, bajo una intensa lluvia, con canchas de tierra que a veces hacía casi imposible hacer correr la pelota entre el polvo y las piedras, pero transmitiendo esa pasión que hoy se refleja en el logro deportivo de sus hijos.