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Thu, May

Villa la Angostura y su flora: Los Lupinos

Ecología
Tipografía

Un clásico en Villa la Angostura y la región. Los lupinos son originarios de América y las costas del Mediterráneo. Pertenecen a la familia de las Leguminosas - Papilonáceas. El término "lupinus" se deriva de "lupus", que en latín significa "lobo"

Algunas especies

Entre las más de 300 especies del género, algunas de las más conocidas son el Lupinus albus, de flores blancas con un tinte azulado o violáceo, y el Lupinus angustifolius L, de flores azules. El L. albus alcanza 1 m. de altura en promedio, con tallos gruesos y huecos. 

El L. angustifolius L. en cambio, no suele crecer más de 80 cm. y tiene tallos delgados, lignificados en la base. En ambos casos las hojas son de tamaño mediano, palmadas y compuestas, con entre 5 y 11 folíolos oblongos.  Suelen ser lisas en su parte superior y pilosas en la inferior. 

Las flores aparecen desde principios hasta finales del verano. Son grandes, de cinco pétalos y se agrupan en racimos erectos terminales. Hay diversas variedades. Algunas son de un solo color y otras bicolores. Todas dan lugar a un fruto en forma de vaina o legumbre que contiene las semillas.

Sus propiedades y usos

Varias especies de Lupinus se utilizan desde tiempos muy antiguos como plantas curativas. Los hidratos de carbono que contienen pueden reforzar el sistema inmunológico humano. 

Las semillas de lupino poseen altas concentraciones de proteínas y aceite de gran calidad. Comparado por esta razón con el frijol de soja, algunas especies como L. mutabilis, nativo de Perú y Bolivia, constituían una parte fundamental de la dieta de las comunidades precolombinas.

Las semillas y el follaje del lupino se emplean también para alimentar el ganado, sobre todo en las variedades modificadas, que presentan una disminución del contenido de alcaloides que le confieren un sabor amargo a la planta. Qué tipo de suelo necesita? Necesitan suelos fértiles, de preferencia ácidos y con buen drenaje. Una mezcla ideal de sustrato debe contener arena y humus.  Antes de su plantación, incorpore turba (no compost) al suelo.  En invierno, si están ubicados en zonas muy frías, cúbralos con helechos o turba.

Esta especie presenta una de las simbiosis más peculiares del reino vegetal. Normalmente en las raíces del lupino, y sin provocarle daño alguno, se alojan bacterias que producen nitrógeno.

Este elemento fertiliza el suelo alrededor de la planta y por tanto resulta innecesario utilizar compuestos químicos para abonarla. Los lupinos también mejoran la estructura del terreno donde son plantados, e incrementan su contenido de fósforo y materia orgánica.