Compartimos una nueva entrega de historias de emprendedurismo local, en exclusiva para La Angostura Digital, Juan Aubert muestra la experiencia de 3 proyectos diferentes que guardan algunos puntos en común como son el esfuerzo para hacerle frente a la adversidad y las ganas de progresar, emprendiendo iniciativas innovadoras.
El empleo en modo supervivencia: la crisis sanitaria y económica cambia la forma de afrontar el trabajo. Es frente a estos hechos que se espera un periodo de innovación acelerado. Buena parte de los trabajadores temen ser despedidos en el mediano plazo, la recuperación económica se ve lejana y los planes de las empresas están congelados. Esta puede ser una combinación tóxica, dado que la cadena de valor se ve afectada.
Ante estos momentos de dificultad y adversidad, los ciudadanos ponen en modo de innovación y reinvención su mente y comienzan a generar ideas y proyectos de manera sorprendente, una prueba de resiliencia a pleno.
Villa La Angostura, como tantos lugares del país, no sólo se destaca por sus paisajes, sus Parques Nacionales y sus servicios, sino también por su gente, que con fe arranca a investigar, desafiar nuevos emprendimientos en pos de ganarse la vida y hacer lo que le gusta, frente a estos retos.
En esta oportunidad mostraremos cómo más que el impulso económico, es la garra emprendedora, las ganas de hacer cosas ingeniosas y novedosas que potencian sus fuerzas para concretar sus sueños.
Camila Salas para su marca Camino Consciente
IG: (@camino_consciente_)
Mi emprendimiento surgió de una larga búsqueda creativa, cuestionando qué quiero hacer, cómo quiero vivir, a qué me quiero dedicar; teniendo muy presente que, sea lo que sea que hiciese, fuera desde las ganas y el disfrute y la forma de llevarlo a cabo, no impacte negativamente en el medio ambiente.
Poco antes de la pandemia, comencé a bocetar los lineamientos base de mi emprendimiento, mientras trabajaba informalmente en distintos comercios que requerían refuerzo de personal por la temporada. Cuando comenzamos a vivir en modo pandemia, en la primera fase del mes de marzo, me quedé sin trabajo (como gran parte de la población) y, me pasé mes y medio enfocada en estudiar, diagramar y dar forma a este proyecto que sigue en pleno proceso de creación y transformación, dado también el contexto que vivimos.
Ser emprendedora son desafíos y aprendizajes constantes. Al menos así lo vivo yo. No caer en viejas dinámicas que me desalinean con el propósito del proyecto, esos lineamientos base que son el alma de Camino Consciente, a la vez que aprendo a gestionarme económicamente de forma independiente en un contexto incierto y movedizo. Suena desgastante, y por momentos lo es, más también es inmensamente gratificante lograr trascender esos desafíos, ser flexible y creativa, buscar nuevas formas y adaptarme a la situación.
Mi emprendimiento ofrece un abanico para integrar la alimentación consciente como forma de vida, ofrezco cursos y talleres presenciales y online, productos de origen vegetal a base de semillas activadas, fermentos, quesos, postres saludables y viandas. Así sea que quieras aprender a elaborarlo o quieras comprarlo ya hecho, puedas acceder a un alimento de gran calidad nutricional basado en plantas.
También resulta de gran acompañamiento para quienes están en transición a este tipo de alimentación el poder reemplazar el ultra procesado, lácteo y quesos animales por sus versiones vegetales. Mi expectativa con este proyecto tan versátil es ir creando una red multidisciplinar donde pueda integrar colaboradores para ofrecer servicios de salud, alimentación y bienestar físico, mental, emocional y, por ende, espiritual.
Quien quiera emprender está a un paso de dar el salto. Creo que es animarse. Da miedo. Pensás que no vas a poder, que no llegás a fin de mes, que no contás con los recursos necesarios para empezar. Salirse de la mente y empezar a accionar, con lo que tengas, no importa si no es tu ideal, si no es perfecto, ir creando pasos que te lleven a donde querés llegar, ser flexibles y bajar la auto exigencia, confiar en nuestra capacidad. Si lo que querés emprender es algo que nace de las ganas, de la pasión, de lo que te mueve por dentro, entonces ya tenés las herramientas necesarias. Estar en contacto con otros emprendedores y compartir experiencias también. Es súper enriquecedor y se aprende mucho del testimonio de otros, aunque sus proyectos quizás no tengan nada que ver con el tuyo.
Emprender y convivir con este fenómeno pandémico para mí ha resultado un gran postgrado autodidacta de vivir en esta sociedad. La incertidumbre, momentos de expansión y de contracción, de sentir que todo marcha sobre ruedas y de pronto se detiene antes de tomar el envión. Son momentos para ir con calma, revisando en la quietud maneras de llegar y reflexionar, y momentos de salir a compartir y ofrecer el resultado. Lo vivo como una danza entre el adentro y el afuera. Agradezco profundamente poder transitar este gran aprendizaje con el apoyo de familia y amigos que nutren el esfuerzo.
Hasta ahora no cuento con apoyo gubernamental de ningún tipo. Me inscribí en un programa para emprendedores locales, en el cual fui aceptada. Me encuentro a la espera de que comience la cursada para presentar el proyecto. Mientras tanto mi sostén son mis ganas y mi familia, que se ha mostrado incondicionalmente dispuesta a ayudarme a pesar de la distancia y la crisis que, por supuesto, ellos también atraviesan. También cuento y agradezco infinitamente el apoyo de medios de comunicación tanto locales como extranjeros: locales, Agenda Verde y La Angostura Digital; e internacionales, Nómade multimedio (radio latinoamericana) y Cuál es tu don (programa que transmite desde Palma de Mallorca).
Para concluir me gustaría compartir una reflexión. Estos momentos son difíciles para todos por igual, con la misma intensidad, aunque de maneras diferentes y en esferas de la vida diferentes. No juzgar, intentar salirse de lo personal y brindar ayuda y asistencia a quienes podamos, de la manera que sea, desde una sonrisa sincera hasta involucrarnos con grupos de acción organizada para limpiar basurales, asistir familias en riesgo, cuidar el bosque, etc.
Es un momento de quiebre y reinvención, donde podemos tomar protagonismo y crear el tipo de sociedad en la que queremos vivir. Seamos responsables con nuestro consumo, elijamos conscientemente lo que apoyamos con nuestras compras, con nuestra atención y nuestra energía. Sigamos apostando a la economía local circular.
Leandro Dubois - Chef propietario -
El motivo de incursionar en un emprendimiento propio está basado en las ganas de que, algo pensado y desarrollado por nosotros, tenga un reconocimiento y no estancarse en la monotonía de lo cotidiano. Para mí ser un emprendedor es tratar de superar día a día con uno mismo y desarrollar una idea y defenderla con toda tu convicción. Nuestro rubro es gastronómico orientado a cervecería con un toque de cocina tradicional, es un desafío constante con un montón de imponderables; las expectativas de ventas son medias para estos tiempos.
Lo único que puedo decir es que si estás convencido y te mueven las ganas de superarte, tenés que intentarlo siempre con una lógica de negocios y estudiar mercados para que tu producto, pueda sobresalir. El primer mes fue el más difícil, pero después te vas dando cuenta que no depende de vos y tratás de llevarlo lo más tranquilo y centrado posible, sabiendo todo lo que tenías planeado, sea invertir o no. Hay que esperar las oportunidades. Realmente siento que hay mucho desconcierto y que a veces no solucionan cosas sencillas y de esas cosas se terminan haciendo más grande los problemas, creo que los a superando la incertidumbre de no saber qué va a pasar.
En estos tiempos de incertidumbre, asociarse entre dos marcas que funcionan bien por si solas pero con distintas características entre ambas, hace que se genere un nuevo punto de venta más que esperanzador, siempre con claridad y respetando la calidad que caracteriza cada una de nuestras marcas, por eso estamos fusionando una empresa cervecera artesanal y un restaurant con un rumbo definido. Un emprendedor apuesta siempre a nuevos desafíos, en este caso de venta -próximamente en plena avenida Arrayanes-
Arq. Claudia Gogorza y Lic. Juan Pedro Masut para su renovada marca la Casita de la Oma
IG: lacasitadelaoma +5492944582069
Desde que nos radicamos en VLA hace 15 años, buscábamos incursionar en la actividad hotelera en que estamos formados y trabajamos por mucho tiempo en Concordia – Entre Ríos - pero por no disponer del capital suficiente, nos insertamos, recién llegados, en un emprendimiento relacionado a la construcción e instalaciones sanitarias, actividad que sostuvimos por 12 años.
Mientras tanto, seguíamos soñando y buscando comprar alguna pequeña hostería o cabañas, y si bien estuvimos cerca de concretarlo, finalmente no logramos cerrar negocio en condiciones que pudiéramos tener la certeza de poder cumplir y, a la atura de la vida en que estamos, no queríamos embarcarnos en aventuras inciertas.
En la búsqueda de lo posible económicamente, encontramos La Casita de la Oma, que tiene una actividad de servicio gastronómico que nos gustó por la escala y propuesta de servicio complementario a la abundante oferta de alojamiento existente, a la que pudimos acceder bajo condiciones razonablemente posibles y, acá estamos.
Un emprendedor, es ser generador de tu propio trabajo, con tus propias reglas y exigencias, dispuesto a darlo todo y más aún, estar dispuesto a trabajar lo necesario y un poco más, dispuesto a sacrificar gustos personales para invertir en tu negocio, todo justificado por la gratificación de hacer lo que disfruto y lograr que el cliente lo perciba y valore.
Ofrecemos no sólo servicios relacionados a la gastronomía, donde destacamos nuestra pastelería fina artesanal y la amplia variedad de blends nacionales e importadas, donde se degustan sabores diferentes, sandwichería, dulces caseros, encurtidos, chutneys, café y licuados, en un ambiente, cómodo, agradable, apacible, con hermoso jardín en verano y cálido fuego de hogar en invierno, donde generar momentos memorables entre amigos o familia.
Si bien la propuesta del negocio desde su creación, hace 30 años, estaba orientada a la gente que visita Villa La Angostura en verano e invierno, con periodos prolongados de cierre en temporada baja, es intención nuestra, mantener las puertas abiertas casi todo el año y que los Angosturenses encuentren aquí un lugar donde disfrutar una sabrosa tarde y celebrar la vida en encuentros de amigos y familia. Y ya no son pocos los que descubrieron este lugar como el ideal para festejar cumpleaños.
Son tiempos difíciles para expectativas, donde las ventas están condicionadas por factores y variables que escapan al empeño o dedicación que le pongamos a la actividad, pero somos optimistas que esto pasará y lograremos desarrollar nuestra actividad como nos gustaría.
Ofrecer algo que no esté en el mercado o que tenga algún valor agregado a lo que ya se ofrece y uno esté capacitado para hacerlo con calidad, entusiasmo, dedicación y alegría. Estar dispuesto a trabajar sin horarios, a no tener resultados económicos a corto plazo, a capacitarse permanentemente y aprender siempre, a no desfallecer con los errores que se cometen, a aceptar las críticas que permiten crecer.
Frente a la situación actual se nos hace difícil ya que trabajamos sin rentabilidad alguna y, hasta acumulando deudas, los volúmenes de venta son mínimos y solo podemos estar abiertos por no tener que afrontar pago de alquiler y que trabaja toda la familia. Hemos recibido un préstamo que ayudó los primeros meses, pero ahora hay que hacer malabares para pagarlo pues la pandemia se extendió muchísimo más de lo previsto; se debieron postergar planes de inversión en mejoras y equipamiento, pero hemos aprovechado el tiempo en capacitarnos y desarrollar nuevos productos a ofrecer y diversificar la oferta Hemos debido adaptarnos nosotros y las instalaciones a los protocolos de bioseguridad para la atención al cliente.
No hemos recurrido al municipio solicitando apoyo alguno. Para finalizar quisiera expresar el comportamiento errático en el manejo de la pandemia, la inseguridad en el sistema de salud y las reglas poco claras o demasiado restrictivas en el ingreso de gente al pueblo, sin duda nos ha impedido un desenvolvimiento más activo. Vemos que muchos vecinos todavía tienen mucho miedo de salir y reunirse, lo que nos afecta mucho. El gobierno municipal, provincial y nacional, deberían haber generado herramientas de ayuda a largo plazo y exceptuado de los impuestos y tasas relacionados con las ventas, cuando no ha sido posible generar recursos para pagarlos.
La experiencia de estos tres casos de emprendedores locales es diferente, pero tienen algunos puntos en común, son historias de vida, de proyectos, de esfuerzos, de satisfacciones y desaciertos, dónde a la hora de emprender algo nuevo también cuenta su formación. Es una forma de mostrar otros matices de esta sociedad tan virilizada y muchas veces propensa a no valorar el esfuerzo del otro.
Si sos emprendedor y te interesa contar tu historia y lo que haces, estamos para ayudarte, no dudes en contactarte.
Juan Aubert
Emprendedor
Wsp+5492944485530
www.anfitriones.com.ar
