Los concejales opositores no tienen los 5 votos para hacer caer el veto del intendente a la ordenanza que dispuso aumentar la cantidad de concejales desde la elección de 2019. Confirmaron que ahora irán a la justicia.
Los concejales de la oposición ya saben que no podrán reunir los 5 votos necesarios para rechazar el veto del intendente Guillermo Caruso a la ordenanza que reglamentaba el artículo 80 de la Carta Orgánica Municipal (COM) para subir de 7 a 9 concejales a partir de la elección de 2019.
La concejala del Movimiento Evita, María Elena Brinkmann, dijo que van a insistir con el rechazo en la sesión próxima, pero que saben que no podrán reunir los 5 votos necesarios. Explicó que deben someter a votación el veto de Caruso porque así lo indica la COM para terminar los pasos administrativos.
“Lo vamos a hacer igualmente, pero no creo que alguno del MPN vote por el rechazo del veto”, sostuvo Brinkmann quien además agregó que tienen que “agotar la vía administrativa, pero después vamos a ir a la vía judicial”. Aseguró que en esa postura están juntos los 4 concejales de la oposición.
Dijo que ya están siendo asesorados legalmente para recurrir a la justicia por este tema. A finales de este mes comienza la feria judicial. En el caso de que no haya un pronunciamiento antes, la oposición deberá esperar hasta el año que viene. Brinkmann no adelantó qué recurso judicial interpondrán en la justicia.
El veto de Caruso descolocó a la oposición que se había adjudicado un triunfo político al impulsar la ordenanza para incrementar la cantidad de concejales. La concejala del PJ Mirna Gómez impulsó la ordenanza que Caruso después vetó.
En la oposición creen que el veto representa un avasallamiento sobre las decisiones que toma el Concejo Deliberante. Indican que la ordenanza fue votada por mayoría y ese pronunciamiento no fue respetado por Caruso. Aunque el veto de una ordenanza es una facultad que tiene el intendente, según lo indica la COM.
La ordenanza vetada había generado fuerte revuelo en las calles de esta localidad, donde se escucharon voces que respaldaron la norma sancionada y otras que la cuestionaron con dureza.
La Cámara de Comercio fue la única institución local que se pronunció en contra de la ordenanza. También vecinos presentaron alrededor de 160 firmas para pedir el veto al jefe comunal.