Lo destacó el docente Miguel De Vedia durante su discurso por el acto del 25 de Mayo. Reclamó "tiene que ser éste un compromiso ineludible: que defiendan los logros y que trabajen aún como niños que son, por una sociedad más justa e igualitaria".
El docente de la escuela 104, Miguel De Vedia, fue uno de los disertantes durante el acto oficial del 25 de Mayo que se realizó este lunes en el Centro de Convenciones.
De Vedia dijo que "la revolución ha sido siempre un concepto amplio, significativo y recurrente en distintas etapas de la historia argentina. En 1810, fue un ícono de libertad y de rotura, de lazos políticos con España. Las posteriores luchas emancipadoras de San Martín y Belgrano abrieron caminos nuevos, y aunque dolorosas, sirvieron para la posterior independencia y para la búsqueda de una identidad propia en los convulsionados tiempos de entonces".
Destacó que "si nos ponemos a pensar en las necesidades revolucionarias de la época de la colonia, y las necesidades revolucionarias de la sociedad de hoy, advertimos similitudes, pero a su vez notamos la aparición de nuevas demandas de cambios que ayuden al país a seguir evolucionando".
"En mi tarea cotidiana, siempre me gusto enseñar a mis alumnos a ser ellos mismos los motores de cambios y mejoras. No quedarse pasivos y quietos criticando, si no apropiarse de la realidad para no verla de costado y poder así ser ellos los protagonistas de nuevas revoluciones. Aprender también que ocurrieron muchas revoluciones pacificas en la historia mundial que lograron cambios trascendentes. Se puede y se debe intentar mejorar".
El docente dijo que "tiene que ser éste un compromiso ineludible: Que defiendan los logros y que trabajen aún como niños que son, por una sociedad más justa e igualitaria. Que no se queden parados observando desde la banquina y tomen la ruta de los avances, de las propuestas. Comprometiéndose y quieran a su patria. Ella somos todos. Argentina es la casa de todos: bienvenidos a ella".
"La nostalgia que siente un argentino cuando no está en su patria es enorme, fuerte, afectiva. La patria habla y se expresa en poemas, canciones y variadas obras literarias del hombre que refieren a ella. Que fuerte es nuestra idiosincrasia que permite quererla tanto. La patria es la madre tierra, la de todos".
"Siempre disfruté de enseñar canciones que hablen y digan cosas, que reflexionen sobre nuestra realidad de vida. Les entrego esta canción recitada que compara hermosamente a la patria con cada una de nuestras madres. Su autor, y compositor, Silvio Rodriguez, habla además del deseo conjunto de construcción de una nación"
Finalmente Miguel de Vedia recitó "Madre", de Silvio Rodriguez:
Madre, en tu día
no dejamos de mandarte nuestro amor.
Madre, en tu día
con las vidas construimos tu canción.
Madre, que tu nostalgia
se vuelva el amor más feroz.
Madre, necesitamos de tu arro.
Madre, ya no estés triste,
la primavera volverá,
madre, con la palabra libertad.
Madre, los que no estemos
para cantarte esta canción,
madre recuerda, que fue por tu amor.
Madre, en tu día,
Con las vidas construimos tu canción.