Así lo indicó el médico del hospital de Villa La Angostura, Esteban Ferrandini. Dijon que ese dato saldrá de los informes que hacen los biólogos del CEAN. Pidió mantener las medidas de prevención. Aclaró que hasta ahora no hubo ningún caso de persona contagiada con el virus hanta.
El médico Esteban Ferrandini dijo que aún no se sabe si la intensa nevada, que cayó el 19 y 20 de julio pasado sobre la región cordillerana, tuvo algún impacto sobre el fenómeno de la ratada que se registra en la zona cordillerana como consecuencia de la masiva floración de la caña colihue.
“Los biólogos del CEAN (Centro de Ecología Aplicada del Neuquén) nos decían que ninguna ratada es igual a la otra”, sostuvo Ferrandini.
“Creo que las nevadas y las bajas temperaturas impactan cuando no pueden conseguir alimento”, opinó en declaraciones a LA ANGOSTURA DIGITAL el jefe del área de programas del hospital local.
Dijo que recién cuando los biólogos del CEAN hagan un nuevo informe sobre los trampeos, que colocaron en lugares estratégicos para controlar la población de roedores, se podrá saber si la nevada y las bajas temperaturas causaron algún efecto sobre los roedores.
“Uno puede suponer que las crías o las puérperas pudieron haber muerto y, en consecuencia, disminuye el número, pero tenemos que esperar el informe de los trampeos”, indicó el médico.
Dijo que el informe de los trampeos, ubicados del lado chileno en el paso Samoré, indican que bajó la población de roedores.
Aclaró que nunca se van a extinguir los roedores porque “no es el primer invierno que enfrentan”. Por eso, enfatizó que se trata por el momento de hipótesis.
El médico recordó que con la floración de la caña colihue en forma masiva en un área de unas 90 mil hectáreas, los más beneficiados a raíz de ese fenómeno natural “son los (roedores) colilargos de los cuales se estima que el cinco por ciento está relacionado con el virus hanta”.
Recordó que a partir de esa masiva floración de la caña colihue en esta parte de la región cordillerana se inició un trabajo de seguimiento y evaluación de la mano del CEAN con el sistema de trampeos para controlar la población de roedores.
Dijo que esos trampeos se colocaron en la zona de Quintupuray, en la Ruta de los Siete Lagos (hoy Ruta Nacional 40) en la zona de Brazo Rincón y en Villa Correntoso.
Monitores bimensuales
“Se viene monitoreando cada dos meses y el último informe de finales de mayo pasado indicaba un aumento del número de roedores y del colilargo, que es el que más aprovecha la floración de la caña colihue”, explicó Ferrandini.
Dijo que en ese informe se consignó que hasta ese momento no había un desplazamiento de los roedores hacia zonas urbanas.
Pero en Quintupuray, en la zona de Rincón y en el perilago, que son áreas rurales, se percibe el aumento del número de roedores.
“Y las familias que viven en esas zonas son las más afectadas porque se les meten en las casas”, señaló.
Por eso, se implementaron medidas de barrera en las viviendas de los pobladores de las áreas rurales para impedir el ingreso a las casas con chapas lisas y zanjas perimetrales.
“En las ratadas a los animales se les modifica el temperamento, entonces mueren atrapados en las zanjas”, sostuvo Ferrandini.
Destacó que hay que mantener las medidas de barrera efectivas en las zonas más próximas a las áreas silvestres como la Ruta de Siete Lagos y en Villa La Angostura los barrios de Villa Correntoso, Arauco, Bandurrias “que pueden ser afectados primariamente en el caso de que haya un desplazamiento de los roedores”.
Dijo que no se sabe cuánto tiempo puede durar una ratada. “Puede ser uno, dos o tres meses. Por eso, hay que seguir sosteniendo las medidas de prevención”, afirmó.
Recordó que el virus hanta no sólo se contrae por respirar o tener contacto con las heces de los colilargos infectados, “ya se comprobó que existe el contagio de persona a persona”.
Dijo que en el hospital de Villa La Angostura están trabajando con el protocolo dispuesto por las autoridades de Salud para estar en alerta permanente.
A partir de la implementación del protocolo, se aumenta el grado de sospecha. Eso quiere decir que ante un paciente con dolor en el cuerpo y fiebre se lo trata como un caso especial para abordarlo inmediatamente de acuerdo al protocolo del virus hanta.
El médico aclaró que hasta el momento no hubo ningún caso de hantavirus atendido en el hospital local.
Por eso, recomendó a las personas que presentan fiebre durante 24 horas y dolores en todo el cuerpo y una sensación de estar engripados, pero sin mocos, que vayan a consultar al médico y que eviten, por ejemplo, ir a trabajar. “Que la gente no se asuste, se trata de cuidarnos entre todos”, sostuvo el médico.