El presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Villa La Angostura, Leonardo Morsella, reconoció que “el balance de julio es que fue de bueno a regular”. Los datos preliminares arrojan que hubo una ocupación que promedió entre el 45 y 50%.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes, Leonardo Morsella, evaluó que julio fue “entre bueno y regular”. “Comparativamente con julio del año pasado, cuando tuvimos el Mundial y la falta de nieve, el balance es bueno, pero es regular con respecto a la expectativa que uno tenía”, afirmó Morsella.
Señaló que “el gran problema es que venimos de una baja muy profunda y lo que entra no alcanza para llenar el tanque”. Además, mencionó que hay un panorama de incertidumbre, “entonces hay mucha ansiedad por trabajar bien”.
El chef y empresario señaló que “está siendo hasta el momento un temporada regular. En algunos casos hubo una merma en comparación con julio del año pasado y en otros mejoró” de acuerdo a los datos que manejan en la Asociación de Hoteles y Restaurantes local.
Destacó que el dato alentador es que días atrás agosto “venía muy flojo”, pero la información que tienen de esta semana “es que ya hay un nivel de reserva cercano al cuarenta por ciento”. Morsella indicó que se reactivaron las consultas y las reservas para este mes, lo que representa un buen augurio para prolongar la temporada.
Indicó que los hoteles de cuatro estrellas “siguen siendo los más castigados” en cuanto al nivel de ocupación porque julio fue muy bajo. Hubo mayor ocupación en los establecimientos de rango medio. Señaló que uno de los complejos con mayor capacidad hotelera de la localidad trabajó con un 20 por ciento menos de huéspedes que en julio del año pasado.
Estimó que de acuerdo a los datos preliminares que tienen en la institución julio cerró con una ocupación promedio que rondó entre el 45 y 50 por ciento. Indicó que desde el jueves cayó mucho la ocupación porque está el lógico recambio. Pero destacó que hay buenas expectativas para los próximos fines de semana de agosto.
Respecto al movimiento de los locales gastronómicos, Morsella señaló que durante julio hubo buena afluencia de clientes los mediodías cuando no hubo nieve. Las noches fueron más complicadas porque está relacionado con los pernoctes y advirtió que los turistas “cada vez se quedan menos días en un lugar”.