Fue la pena que el tribunal de juicio le impuso a Facundo Ariel Espinosa, en la audiencia, que se hizo este miércoles. Pero no lo enviaron a la cárcel. Permanecerá en prisión domiciliaria porque la sentencia no está firme. Aunque la fiscalía y la querella impugnaron esa decisión.
Las juezas Leticia Lorenzo y Mirtha Graciela Felau y el juez Nazareno Eulogio impusieron 11 años de prisión a Facundo Ariel Espinosa como autor penalmente responsable del homicidio del joven angosturense Tomás Vázquez.
Así lo resolvieron este miércoles al finalizar el juicio de cesura, donde se fijó la condena para Espinosa, que había sido declarado culpable el 22 de agosto pasado por el mismo tribunal.
Sin embargo, Espinosa no fue enviado a la cárcel porque el tribunal resolvió por mayoría que, hasta tanto no quede firme la sentencia condenatoria, permanezca con prisión domiciliaria en San Martín de los Andes, informaron fuentes que estuvieron en la audiencia y conocen el caso.
De todos modos, la fiscalía y la querella impugnaron esa decisión que será revisada por el Tribunal de Impugnación, explicaron las fuentes.
Comentaron que el fiscal Maximiliano Bagnat había pedido que Espinosa sea condenado a 12 años de prisión en la audiencia, que se hizo este miércoles en San Martín de los Andes. En cambio, el abogado por la querella había solicitado al tribunal que le imponga 15 años de cárcel. Mientras que el defensor oficial Facundo Trova había solicitado al tribunal que el joven sea condenado a 8 años de prisión, que es la pena mínima, que el Código Penal prevé para el delito de homicidio simple.
El homicidio del joven angosturense ocurrió la mañana del 3 de marzo pasado en la intersección de Las Frambuesas y Los Chapeles, en San Martín de los Andes.
Hubo una pelea callejera esa mañana entre Espinosa y Vásquez. Testigos declararon en el juicio que Espinosa huyó tras apuñalar a Vásquez, quien quedó tirado en el suelo.
Los jueces para declarar culpable a Espinosa valoraron que los testigos aportados por la fiscalía fueron más creíbles que aquellos ofrecidos por la defensa.
Otra prueba que tuvieron en cuenta fue un cuchillo secuestrado con las iniciales de Espinosa y su esposa, que tenía rastros de ADN de la víctima.
Los jueces descartaron que Espinosa haya actuado en un estado de emoción violenta como había alegado el defensor oficial.
El defensor no cuestionó ni la materialidad del hecho ni la autoría de Espinosa. Pero su teoría durante el juicio fue que Espinosa regresaba a su hogar con su esposa y fueron atacados violenta y salvajemente desde atrás por cuatro o más personas. En ese ataque contra Espinosa y su esposa sufrieron lesiones graves y, por eso, actuó sumergido en un estado de emoción violenta.
El acusado sostuvo esa versión ante el tribunal y pidió perdón a la familia de la víctima por lo ocurrido.
Pero los testigos aportados por el fiscal declararon otra secuencia. Por eso, el tribunal consideró que la versión presentada por los testigos de la acusación “resulta más creíble que la sostenida por la defensa”. El abogado por la querella se sumó a la tesis de la fiscalía.