El intendente Guillermo Caruso dijo que se habló con profesionales locales para trabajar temporalmente mientras se resuelve el nuevo llamado a concurso para cubrir el cargo de veterinario municipal.
La renuncia de la veterinaria Mariela Rivas como titular del departamento de Zoonosis del municipio obligó al gobierno municipal a salir a buscar alternativas para no suspender el programa de control de la población canina.
El intendente Guillermo Caruso informó anoche que mientras se organiza la convocatoria a un nuevo concurso público para cubrir el cargo de veterinario municipal, “vamos a trabajar por el momento con veterinarios del sector privado, porque la idea es no suspender el programa de castraciones”.
Destacó que tienen la colaboración de la organización Adipa y que “ya se estuvo hablando con algunos veterinarios de la localidad” para trabajar en conjunto hasta que se resuelva el concurso.
La secretaria de Gobierno María Susana Ferro inició las gestiones con veterinarios locales para tratar de consensuar una alternativa que permita seguir adelante con el programa de castraciones gratuitas que lleva adelante el municipio.
El intendente aseguró que el objetivo es convocar a concurso “apenas se pueda”. Lamentó la partida de Rivas y aclaró que renunció “por razones particulares”. Descartó que se haya desvinculado del municipio por algún conflicto.
“Nosotros estábamos muy conformes con su trabajo al frente del área de Zoonosis”, afirmó Caruso.
Sostuvo que desde el Estado municipal “lo único que se puede hacer es seguir con las castraciones y dando animales en adopción”.
Rivas renunció a finales de septiembre pasado. Rivas había asumido al frente de esa dependencia municipal a principios de abril pasado tras ganar el concurso, con el objetivo de trabajar en forma conjunta con los veterinarios locales.
La profesional presentó un proyecto de trabajo al municipio cuando postuló al cargo. Ese proyecto se envió al Instituto Pasteur de Buenos Aires, que le hizo mejoras y lo mandó a la municipalidad.
La secretaria de Gobierno afirmó en ese momento que se iban a implementar nuevas modalidades de trabajo con el objetivo de cumplir con la ordenanza” que fue sancionada a finales de marzo pasado, que incluye a los gatos dentro de la política municipal de control de población canina.
Esa norma estableció que “todo animal debe ser esterilizado antes del año de vida. El Departamento de Zoonosis realizará en forma directa las castraciones de todos los canes a reubicar alojados en la perrera municipal y propiciará la castración de los canes y felinos, propiedad de vecinos que así lo soliciten”.